Este lunes 16 de octubre se dio a conocer un fallo de seguridad en el protocolo WPA2, a través de un proceso denominado como KRACK (abreviado de Key Reinstallation Attacks), un software desarrollado específicamente para probar el exploit por Mathy Vanhoef y Frank Piessens en la universidad belga KU Leuven, este método funciona explotando los four-way handshakes que se utilizan para establecer una clave para encriptar el tráfico de los sistema Wi-Fi.
Con esta debilidad en el protocolo WPA2 una persona ajena puede acceder a la información que esté contenida en los equipos que utilicen dicha red inalámbrica, con lo que podrían robar desde datos de tarjetas de crédito, mensajes de chat y contraseñas.
Hasta el momento se están esperando parches oficiales de seguridad.